Los héroes de la pandemia
“El estado de alarma es un instrumento de nuestro estado de derecho recogido por nuestra constitución para enfrentar crisis tan extraordinarias como la que desgraciadamente está sufriendo el mundo y también nuestro país” son las palabras del presidente que muchos sanitarios, profesores y empresarios escuchaban el día 14 de marzo. Con estas declaraciones se iniciaba un paquete de medidas destinadas a hacer llegar los recursos necesarios a los españoles para luchar contra la pandemia. Mónica García, trabajadora del Servicio Canario de Salud, también escuchó hablar Pedro Sánchez.
Las medidas de ayuda económica incluían 432 millones de euros destinados a la adquisición de material sanitario. En concreto, estas compras incluían 550 millones de mascarillas quirúrgicas y de protección, 5,5 millones de test rápidos, 11 millones de guantes y 950 respiradores que se repartirán a las Comunidades Autónomas. A estas compras se han sumado las individuales efectuadas por las Comunidades Autónomas. En Madrid, la comunidad con mayor número de afectados, Isabel Díaz Ayuso gastó 23,3 millones de euros en material sanitario. Mientras, en Canarias, la primera afectada por la pandemia en España, se destinaron 16 millones de euros. Otra de las principales inversiones que han hecho las comunidades más afectadas, ha sido la construcción de los hospitales de campaña.
Sin embargo, a pesar del gasto que se ha llevado a cabo, nacional y autonómico, la inversión se ha mostrado insuficiente. En Canarias, por ejemplo, “tardaron una semana en enviarnos el material y no era suficientes”, tal y como afirmaba Mónica García.
Tras conocer que el Covid-19 había alcanzado Europa, Fernando Simón, Coordinador de Alertas y Emergencias, estaba seguro de que España estaba preparada para afrontar la pandemia. Aunque la realidad para trabajadores sanitarios como Mónica era otra: “la primera semana la pasamos sin recibir instrumental, utilizamos el material que teníamos en el centro y esto era solo para los profesionales, para los pacientes solo una mascarilla si tenían problemas respiratorios”.
De hecho, la falta de material fue tan grande que la imaginación fue el mejor tratamiento para el Covid-19.“Las primeras pantallas protectoras para los sanitarios fueron fabricadas en el mismo centro de salud por los auxiliares de enfermería”, sostiene García
La situación de las residencias
No solo entre los médicos la imaginación fue la solución sino que en la residencias de ancianos, lugares más afectados por el Covid-19 , también hizo falta. Con un 20% de los infectados, las residencias son el principal foco de la pandemia, no hay otro lugar donde el coronavirus esté golpeando con más dureza, según reconoció Fernando Simón el pasado jueves.
En Madrid, el 9% de los residentes han perdido la vida a causa del Covid-19. Se han vivido semanas durísimas a todos los niveles, afirma Virginia Sáez, recepcionista en una residencia de ancianos privada en la Comunidad de Madrid. “No teníamos el material adecuado y el que teníamos era muy poco, con lo cual tuvimos que hacer talleres de costura para fabricar mascarillas y batas de tela. Aun así, llegó un momento en el que tuvimos que estar usando batas fabricadas con bolsas de basura”, asegura.
Los sanitarios, los más afectados
En España ya han muerto 23 médicos por Covid-19, según el Colegio Oficial de Médicos de Madrid, de los cuales 14 ejercían Atención Primaria. La institución madrileña ha reclamado, por ello, más protección y tests para los profesionales sanitarios. Así mismo, para poder seguir desarrollando su trabajo durante la crisis que el coronavirus ha provocado en el país.
“La gestión del gobierno, aunque eficaz, ha sido lenta. Mucho material no ha llegado a tiempo como para poner en marcha los protocolos de prevención. Por ello, muchos profesionales sanitarios estuvieron expuestos” sostiene Rita Jordà, enfermera durante la crisis del Covid-19 en el Hospital Verge dels Lliris de Alcoy, Alicante.
“Los recortes han empeorado la disposición de recursos y, consecuentemente, no han ayudado a combatir el problema actual” alega Jordà. La enfermera junto a sus compañeros de profesión han tenido que ver cómo los presupuestos públicos destinados a la sanidad han pasado de constituir el 6,78% del PIB español en 2009 al 6,23% en 2017, según datos de la OCDE.
Los recortes presupuestarios y la privatización del sector sanitario dejan datos aterradores: 180.000 personas sin acceso a la atención sanitaria preventiva en España y 280.000 empleados del sector público que se han quedado sin empleo, según un estudio realizado por David Stuckler, investigador de la Universidad de Oxford, y el epidemiólogo Sanjay Basu, del Centro de Investigación para la Prevención de la Universidad de Stanford.
Cifras esperanzadoras
Pese a la virulencia de la epidemia y las dificultades para combatirla, más de cien mil personas se han recuperado del coronavirus en España En concreto, 102.548 infectados se han recuperado, lo que equivale a un 44,18% de los 232.128 casos confirmados por Sanidad contabilizados hasta este martes. Antonio Barrero es uno de los pacientes que engrosan la lista de recuperados. Después de permanecer ingresado en el Hospital Verge dels Lliris de Alcoy, en Alicante, Antonio regresó a su casa. En ella, permaneció aislado en casa y en continua comunicación con el centro de salud: “Fui muy bien atendido en todo momento, me mantuvieron aislado de otros pacientes, tanto cuando estaba en urgencias como cuando estuve ingresado en planta”.
Se prevé que la desescalada llegue en breve a España. Así mismo, la curva, que durante estas últimas semanas ha copado las portadas de casi todos los medios, sea frenada por fin. La última medida, que permitía salir a niños de hasta 14 años a la calle durante una hora, se pronostica que sea ampliada a los adultos, que podrán comenzar a salir a partir del día 2 de mayo. Estas son las primeras medidas que reflejan el final de una crisis que se acerca progresivamente. Hasta entonces, serán las Mónicas o las Virginias las que sigan trabajando para que todo quede en un recuerdo.