Los grandes escalones para las mujeres deportistas
Es evidente que en 2020 aún existe una gran desigualdad de género. Las mujeres son discriminadas en muchos ámbitos, pero el deporte es uno de los más mediáticos. Ejemplo de ello es la situación de mujeres deportistas como Caster Semenya. Por otro lado, y como bien se sabe, son muy pocas las mujeres que se dedican única y exclusivamente durante toda su vida al deporte porque su salario no se lo permite o porque los premios en metálico no son suficientemente cuantiosos si los comparamos con los de sus compañeros.
Un poco de historia del deporte femenino
La historia del ser humano es la historia del deporte. Desde los espartanos hasta los italianos renacentistas, sus recorridos han ido a la par, aunque no para todos los ciudadanos. En España, el primero paso para el deporte femenino lo dio Lilí Álvarez en 1924 cuando se convirtió en la primera española en participar en unos Juegos Olímpicos. Las mujeres tuvieron que esperar hasta entonces para tener su primera deportista consolidada.
Con el paso de los años, la población femenina fue introduciéndose en un campo típicamente considerado de hombres. En España, según datos extraídos de La práctica deportiva en España: desigualdades entre mujeres y hombres en la población joven, adulta y mayor (Alicante, 2009) se observó un aumento exponencial de la práctica deportiva entre los años 1968 y 2009. De esta manera, ha quedado patente un cambio en el deporte donde, poco a poco, los podios y los éxitos ya llevan nombre de mujer. Mireia Belmonte, Laia Sanz. o Marta Fernández.
La caricatura del deporte femenino en España
Este cambio social no esconde, sin embargo, la cara actual del deporte femenino. La necesidad de ser reconocidas social e institucionalmente y legislaciones que las protejan para seguir avanzando en este ámbito están a la orden del día.
Por ello, las principales reivindicaciones de las mujeres deportistas pasan por reclamar los mismos derechos existentes en el deporte masculino, como las mismas reglas de juego, los mismos sueldos y la impulsión de convenios colectivos así como medidas para acabar con los abusos laborales y la discriminación.
El pasado 19 de febrero una de estas reclamaciones vio la luz para un deporte concreto. La presentación en el Congreso de los Diputados del Convenio del Fútbol Femenino en España marca un antes y un después en el salario mínimo, la jornada o el protocolo sobre embarazo, maternidad y lactancia de las futbolistas, entre otras cuestiones. El deporte rey ha conseguido así una serie de derechos para sus jugadoras tras un largo recorrido en España.
¿Qué nombres existen en el deporte español?
Muchas mujeres deportistas han conseguido logros importantes para nuestro país a pesar de las desigualdades que afrontan. Deportistas y diferentes asociaciones llevan años luchando contra esta brecha para hacer un hueco a las próximas generaciones e inculcarles la valía de las mujeres en los éxitos deportivos.
Un claro ejemplo de ello es Lilí Álvarez. Polideportista y primera española en participar en los Juegos Olímpicos, ganó tres finales consecutivas en Wimblendon. Esas victorias la consolidaron como pionera en el tenis. Ruth Beitia es otro de los nombres que llevan el título de “primera”. En su caso, fue la primera atleta española en conseguir un oro olímpico. La halterofilia también cuenta con representantes de alto nivel, como Lydia Valentín, quien además de haber participado en 3 Juegos Olímpicos, se ha proclamado doble campeona del mundo y fue nombrada en 2017 y 2018 como mejor halterofilia.
Bien diferente es la gimnasia artística, ámbito donde Almudena Cid es todo un referente en la gimnasia rítmica. La deportista ha sido campeona de España en ocho ocasiones y la única en disputar 4 ediciones de Juegos Olímpicos. En baloncesto, se encuentra Amaya Valdemoro, considerada mejor jugadora de baloncesto de la historia de España. Valdemoro ha jugado en varias ligas de diferentes países incluida la WNBA estadounidense y consiguió ser campeona de Europa con la selección española.
La lista de mujeres que han dejado a España muy alto en las diferentes modalidades deportivas, mujeres que son referentes para muchas jóvenes y niñas que luchan por ser como ellas y poder dedicarse a esta profesión en un futuro, es larga. Ellas son las que animan a las nuevas generaciones a luchar por sus sueños a pesar de las dificultades que puedan encontrarse en el camino.
La (des)igualdad se observa en los números
El aumento de la presencia femenina en el ámbito deportivo no solo se refleja en el listado de deportistas que, como las anteriores, han alcanzado la élite sino también en el número de federaciones en cuyas licencias predominan las mujeres. En España este hecho es palpable, tal y como recoge el Instituto de la Mujer. Cabe destacar que a pesar de que el fútbol sea el deporte más demandado y posicionado en nuestro país, el porcentaje de federaciones con licencias femeninas en dicho sector se sitúa por debajo de las del golf y las del baloncesto.
Otro aspecto positivo es el nivel de igualdad de género. Según un estudio promovido por el Consejo de Europa y la Comisión Europea y englobado bajo el proyecto “ALL IN – Towards geneder balance in sport”, España es uno de los tres países europeos que más niveles de igualdad refleja en el deporte. Según este mismo estudio, las razones de esta posición se explican porque el 59% de las federaciones españolas tienen un plan para prevenir la desigualdad de género y el 41% ha realizado diferentes actuaciones en este ámbito.
Las principales desigualdades
A pesar de estos datos, la verdad es que las mujeres llevan décadas luchando por combatir la desigualdad y, aunque se hayan impuesto varias medidas y aprobado comisiones y programas, la realidad sigue siendo la que era antes. En el plano económico, varias disciplinas siguen manteniendo salarios más bajos para las mujeres. Este es el caso de Elisa del Estal, jugadora del Espanyol, y muchas más deportistas alrededor del mundo.
El patrocinio deportivo es otra de las grandes desventajas para la mujer debido a que el porcentaje económico de publicidad que le corresponde a las deportistas no llega a alcanzar el 1%.
Además de apreciarse en la parte económica, la desigualdad también se ve en la poca visibilidad que obtienen las deportistas en los medios de comunicación. Según la Ley de Deporte, sólo se consideran profesionales La Liga de fútbol y la ACB de baloncesto. He aquí la razón de la “desaparición mediática” de las mujeres. Otro dato llamativo es que la mayoría de jugadoras no son dadas de alta en la Seguridad Social con un contrato legal de trabajo.
Es verdad que la participación de las mujeres en el deporte ha aumentado rápido y que tras años de lucha se han conseguido muchas mejoras, pero la batalla continúa y aún quedan muchos cambios para poder llegar a una verdadera igualdad en el deporte. Bajo este enfoque, varias jugadoras federadas de diferentes equipos nacionales de baloncesto nos exponen sus visiones.
El deporte femenino ocupa tan solo un 5% de espacio en la prensa
deportiva
El escalón más oscuro para las mujeres deportistas
A pesar de la normativa vigente y los protocolos que siguen las federaciones y clubes deportivos, los abusos sexuales en el deporte también son un problema preocupante. Las diversas medidas parecen no ser suficientes, dado que 1 de cada 5 europeos ha sufrido abusos sexuales en este ámbito, según el Consejo de Europa.
La mayoría de veces estos abusos se llevan a cabo por alguien muy cercano a la víctima, como puede ser el entrenador. En el caso de los menores o adolescentes, estos no saben cómo enfrentar la situación con suficiente madurez pues para ellos esa persona suele ser digna de admirar, de confianza, la que les ayuda a conseguir sus objetivos y por ello les cuesta más ver el foco real del problema.
En España, existen varios protocolos para luchar contra esta lacra como el certificado de Delitos de Naturaleza Sexual además de otras normativas. El año pasado se sumó la campaña “Abuso fuera de juego”, llevada a cabo por el Consejo Superior de Deportes en colaboración con Unicef. Esta campaña tiene unas guías de especialidades por edades para trabajar la prevención, una para los profesionales con el objetivo de detectar el abuso y otra con un listado de calidad que debían cumplir las instalaciones deportivas.
No obstante, los planes a veces no son suficientes y los abusos se siguen cometiendo. Por eso también es importante, además de que los profesionales lo detecten a tiempo, que tanto los niños como las niñas obtengan cierta formación y tengan a su alcance recursos para saber qué límites no puede pasar un entrenador. En esta línea, diferentes asociaciones deportivas y grupos parlamentarios han impulsado en los últimos años programas para concienciar sobre esta realidad.
Fuente: elaboración propia a partir de información del Senado, Fundaciò Vicki Bernadet, Real Federación Española de Patinaje, Comité Olímpico Español y medios especializados.
Aunque la prensa deportiva dedique un 5% de espacio al deporte femenino, los medios de comunicación y una educación en igualdad desde la infancia han demostrado ser las dos herramientas cruciales para disminuir la brecha de género en el deporte y favorecer, además, el eco de una evolución social.
Autoras:
- Ainhoa Uriarte
- Julia Sánchez Guio
- Alba Morales Ramírez
- Celia Molina Barrera