Claudia Torres, científica, repasa la situación de las vacunas y el sector de la ciencia en España
Encontrar trabajo al terminar los estudios universitarios requiere una ardua labor en la que influyen las habilidades y la suerte. Más aún si se trata del sector científico y vives en Talavera de la Reina, una de las ciudades con más paro de España. Claudia Torres, científica licenciada en Química por la Universidad de Extremadura, encontró una oportunidad laboral en los laboratorios de la empresa Mi Rebotica. Desde su casa, se muestra orgullosa del reconocimiento –aunque tardío– de los investigadores por sus tareas en el desarrollo de las vacunas frente al coronavirus.
Como no podía ser de otra manera, le preguntamos por su opinión profesional sobre las vacunas. Acerca de la desconfianza inicial de la población sobre ellas, Claudia es tajante. Explica que los recursos y tecnologías actuales son más amplios, desarrollados y seguros que en cualquier otro momento de la historia. Esto es lo que permite el rápido descubrimiento y distribución de una nueva vacuna.
En línea con su campaña a favor de la vacunación, apuesta “como cualquier científico de bien” porque esta debería ser obligatoria. La única solución para terminar con la pandemia a nivel mundial es lograr, como mínimo, la inmunización del famoso 70% de la población. Aunque exime de los pinchazos a aquellos con un historial médico que justifique efectos secundarios adversos. Motivos como este le hacen dudar de medidas como el pasaporte COVID que pueden generar discriminación sanitaria, sobre todo porque no todos los países llevan el mismo ritmo de vacunación.
Se muestra algo cauta al hablar de la duración de la inmunidad frente al virus, ya que al ser “una enfermedad nueva no tenemos ningún patrón fijo del que partir”. Nos explica que será necesario llevar a cabo algunas modificaciones en las vacunas. Las nuevas cepas que están surgiendo y que, probablemente, surgirán, harán necesarios pequeños cambios su composición que ayuden a nuestro sistema inmunológico a combatir estas nuevas variantes. Esto es lo que sucede con otras vacunas, como la de la gripe, aunque espera que la duración de la inmunidad sea superior al año.
“Si me llaman mañana para vacunarme con AstraZeneca, no dudaré en acudir a la cita”
Al abrir el melón de AstraZeneca, Claudia Torres lo resumió rápido: “Si me llaman mañana para vacunarme con AstraZeneca, no dudaré en acudir a la cita”. Le resulta incomprensible que se paralice la vacunación con la cantidad de pérdidas de dosis que esto supone y las vidas que se podrían salvar con ellas. Considera que el miedo generalizado se debe al desconocimiento y a la desinformación por parte de algunos medios de comunicación. Respecto a este tema, se mostró especialmente sensible debido a que se desprestigia todo el tiempo y el esfuerzo que han dedicado y dedican cientos de investigadores y científicos.
Este desprestigio no es nuevo con la pandemia, sino que viene de años atrás. Claudia denuncia la precariedad del sector que ha obligado a muchos trabajadores a buscar trabajo en el extranjero. Aunque no es su caso, nos comentó la situación de algunos compañeros suyos que tuvieron que hacer las maletas. A pesar de que nuestro país cuenta con grandes científicos, la inversión no es suficiente. Esta falta de fondos es lo que ha provocado –entre otras cosas- que España no pueda contar con una vacuna propia, al menos, hasta finales de año. Para entender mejor la situación, la Unión Europea marcó como objetivo para 2020 destinar el 3% del PIB a I+D+i. España, sin embargo, se quedó en un 1,24%, ni la mitad de lo establecido.
Claudia, optimista por naturaleza, saca en positivo de la pandemia que “ya no somos invisibles”. Espera que la situación del mundo de la ciencia mejorará en España, tanto económicamente como a nivel de reconocimiento social y humano. “Hemos de dar las gracias a la aparición de esta pandemia para que salten las alarmas y la gente se dé cuenta de lo necesaria que es la presencia de científicos”.