La historia de Silvana y su gran proyecto de empoderamiento de la mujer denominado EMA
La inserción de la mujer en el mundo empresarial fue algo que tardó algunos años en ser aceptado por la sociedad y aún hoy existen prejuicios sobre la creación de una empresa por parte de la misma. Todo ello significa que sigue siendo difícil para una mujer construir su futuro independiente. En la lucha contra esta desigualdad de género, hay instituciones que trabajan con la finalidad de deshacer este prejuicio. Este es el caso de EMA – Mujeres Empresarias Asociadas, una asociación sin ánimo de lucro fundada en 2008 y que se encuentra con un rápido crecimiento. En ella se observan mujeres de diferentes sectores, autónomas y emprendedoras que luchan por un único objetivo: desarrollar sus proyectos personales.
Entre estas mujeres emprendedoras, pudimos hablar con Silvana De Philippis Vega, la gerente de la asociación, que nos detalló cada una de las actuaciones de la misma. Después de unos años, EMA ha transformado su imagen y la gerente garantiza que lo han hecho por el bien de “renovarse o morir” y asegura que “cuando haces cosas nuevas la gente empieza a mirar”. Por tanto, el cambio aportó más visibilidad a la agrupación y le permitió crecer de una manera que no había sido posible antes. Justo en el momento de esta transformación, Silvana cuenta que no había muchas asociaciones feministas y a EMA comenzaron a llegar más socias hasta superar las 170 antes de la pandemia. Con este crecimiento, “la asociación se fue recomendando, al principio estábamos en Alcorcón y de repente nos expandimos hasta Fuenlabrada ya que había mujeres empresarias que querían también formar parte”.
Una visión diferente
En esta agrupación trabajan mujeres empresarias y autónomas que cada día luchan por el éxito de sus negocios bajo un prejuicio que persigue a la sociedad. La gerente afirma que en la asociación “tienen otra manera de hacer las cosas”, apuesta por un acompañamiento intensivo de las empresarias, especialmente de las mujeres que tienen distintas responsabilidades además de su propio negocio. Todo ello debido a que “si para una mujer trabajadora es complicado compaginarlo con la casa, si lo que tienes es tu negocio pues al final es 24/7. Es como un hijo más. El emprendimiento es algo solitario y para que no sea así nos ayudamos entre nosotras”, puntualiza.
Pero los inicios no son siempre fáciles, y menos para mujeres emprendedoras. El ámbito del emprendimiento empresarial es un mundo en el que se entra sin saber si tendrá continuidad, y si a largo plazo será rentable. Muchos de los emprendedores que comienzan a invertir en diferentes negocios, acaban cerrándose, e incluso con grandes deudas económicas. En determinadas ocasiones, los sueños de las personas que invierten se desvanecen en un periodo corto de tiempo. No obstante, EMA ayuda a afrontar esos comienzos y en momentos tan duros como la pandemia, sus componentes y la asociación se hicieron más fuertes, e incluso expandieron sus fronteras e internacionalizaron la agrupación.
El trabajo dentro de la Asociación
En lo concerniente a los aspectos de la entidad, se pueden destacar varios detalles. La asociación de Mujeres Empresarias Asociadas trabaja con concejalías en los diferentes municipios. Como se ha mencionado anteriormente, es una asociación que está presente en muchos lugares. En este momento, la junta directiva se encuentra formada por doce personas. Además, EMA se considera diferente a otro tipo de entidades formadas por mujeres. Así lo explica Silvana:
“Una de las cosas que nos diferencia de una asociación de mujeres no empresarial es que soy yo la figura de gerente por el tema de la conciliación y demás, porque tu tienes un negocio y te lleva mucho tiempo, pero ya si además tienes una asociación, es una carga grande entonces para mí es parte de mi trabajo. Mi negocio es la asociación, a partir de ahí colaboro y trabajo con el resto de las socias que forman parte de la junta directiva”.
Formar parte de EMA
Silvana explica de manera clara y concisa qué hace falta para pertenecer a esta entidad. “Un principio indispensable es que esté dada de alta como autónoma o bien que tenga una función importante en la empresa, que sea directiva de un negocio, no importa si es grande o pequeño, también tiene calidad”. En cuanto a las expectativas de esta asociación, EMA seguirá creciendo sin parar, pues se encuentra en un momento dulce en el cual no paran de moverse por todos los lados, sobre todo, en el ámbito municipal en lo que respecta a las subvenciones y a las contrataciones. Y es así ya que además de acompañarse entre ellas se busca dar un servicio a los municipios de formación y visibilidad, aparte de expandir el empoderamiento de la mujer.
No obstante, la gerente de esta asociación, pese a admitir que se ha mejorado mucho la situación de la mujer en el ámbito empresarial, cuenta que todavía falta mucho por hacer. “Digamos que hay mucho camino andado pero aún hay comentarios de ¿enserio os quejáis?, ¡si hay igualdad en todo!”.
Dificultades iniciales
Por otro lado, uno de los problemas que encuentra Silvana al tener como su negocio la asociación es la importancia de esta para muchas mujeres, ya que puede pasar incluso a tercer plano en sus vidas. La gerente detalla que al principio de la pandemia se quedó prácticamente ella sola, ya que el resto de integrantes se encontraban cuidando a sus familias y empresas, anteponiéndolos a la asociación, algo normal. Pero para ella la entidad era su negocio, por lo que tuvo que tomar medidas rápidamente e iniciar unos talleres adaptativos para sacarlo adelante.
La emprendedora aconseja a todas las mujeres que quieran desarrollar su empresa y formar parte de su asociación que comiencen cuanto antes. “Que pasen a conocernos, tenemos networkings gratuitos en los que por supuesto pueden entrar, informarse y venir a los eventos que hacemos. Y bueno lo importante es ya sea dentro de la asociación o no, que sepan que no están solas, que al final pueden contar con nosotras igual que con otras asociaciones españolas”, puntualiza.
Así, hemos conocido y descubierto esta maravillosa asociación, que seguramente igual que a nosotros sirva a muchas mujeres para adentrarse en el mundo empresarial y romper con esa barrera de inseguridades impuesta por la sociedad.