La subida del precio de la gasolina y el gasoil está provocando graves consecuencias económicas.
El petróleo ha sido un bien muy codiciado por los países occidentales. Esta circunstancia ha sido utilizada como un arma por todos aquellos países con grandes reservas de este producto tan importante para el funcionamiento de la sociedad. Esta dependencia ha provocado que cualquier subida del precio por parte de estos productores genere inestabilidad y debilidad en las economías compradoras.
Los beneficios extra generados por un aumento extraordinario en el precio del petróleo acaban en el bolsillo de grandes patrimonios y multinacionales, pero al mismo tiempo supone que el bolsillo de millones de contribuyentes se vea afectado gravemente al ver sustancialmente incrementado el precio de la gasolina.
Además, varios especialistas consideran que esta inflación podría acarrear consecuencias a escala macroeconómica, es decir, no solo afectaría a los precios de los productos de primera necesidad, sino que también repercutiría en políticas estatales como el comercio, el empleo o en las arcas públicas.
Causas de esta subida de precio
El estallido de la guerra entre la Federación Rusa y Ucrania ha resultado determinante para que el precio del petróleo, que ya venía en ascenso desde meses anteriores, comenzara a aumentar de forma extraordinaria.
Tras colocarse alrededor de los ochenta y cinco dólares por barril en el mes de enero, el precio ascendió hasta los cien dólares en los últimos días de febrero, coincidiendo con la decisión de Putin de realizar una incursión injustificada en territorio ucraniano.
El segundo motivo tiene que ver con el corte del suministro. Los canales de comunicación entre la Europa occidental y el área balcánica han colapsado por culpa del conflicto armado. Esto provoca, según la teoría básica del funcionamiento del mercado, que la oferta retrase su llegada a los supermercados al no disponer de los medios adecuados para ser distribuida adecuadamente.
De esta forma, se establecería una relación inversamente proporcional. La demanda crecería ante la escasez de productos, lo que generaría la aparición de interminables colas a las puertas de gasolineras, supermercados y otros lugares.
A todo esto se suma la falta de iniciativa gubernamental en lo concerniente a cuestiones económicas. Las políticas del Ejecutivo español nunca han ido encaminadas a fortalecer las inversiones o a potenciar la inclusión de nuevas tecnologías para incrementar la productividad, lo que deja al descubierto un sistema económico obsoleto y anticuado incapaz de hacer frente a problemas de primer orden. En pocas palabras, la guerra entre Rusia y Ucrania ha hecho encallar la balanza de mercado española.
Medidas del gobierno
A pesar de esta tendencia, la situación extrema provocada por la guerra, además de la huelga convocada por los transportistas, ha conseguido empujar al Gobierno a tomar medidas para paliar el efecto causado por los altos precios del petróleo en los bolsillos de los españoles. Estas se aprobaron por medio de decreto-ley el pasado martes 29 de marzo, contenidas en el Plan Nacional de respuesta a las consecuencias de la Guerra de Ucrania. Entre las medidas incluidas en este plan se incluye un descuento de 20 céntimos por cada litro de carburante repostado en gasolineras del territorio nacional.
Cualquier persona que llene el depósito de su vehículo en una gasolinera situada en suelo español podrá verse beneficiada de este descuento. De estos 20 céntimos, el Estado se encargará de cubrir la rebaja de unos 15 céntimos, mientras que las petroleras asumirán los 5 céntimos restantes. Con esta reducción se espera que los conductores puedan ahorrar de media hasta 10 euros en cada repostaje. Este descuento se mantendrá vigente hasta el 30 de junio de este año 2022.
Sumado a la implantación de este plan también se prevén nuevas ayudas económicas del Gobierno a las empresas del sector. Entre ellas ya se ha puesto en marcha la concesión de nuevos avales de crédito por un valor de 10.000 millones de € para las empresas dedicadas a la industria del combustible. Algunas de estas empresas ya están empezando a aplicar descuentos, como es el caso de Repsol y Cepsa, que ya han aplicado un descuento de 10 céntimos por litro repostado.
El impacto en las pequeñas gasolineras
Las pequeñas gasolineras, sin embargo, son las que más han padecido el aumento del precio de la gasolina. El impacto económico sufrido por estos negocios de menor envergadura está repercutiendo negativamente en el mercado, ya que el deterioro de la economía de estas estaciones de servicio ocasiona muchas veces problemas de abastecimiento en los lugares en los que se sitúan, que suelen ser sobre todo en zonas despobladas y empobrecidas del país.
La volatilidad les está afectando mucho en comparación con las grandes gasolineras, que se gestionan para brindar un servicio completo funcionando la mayoría del tiempo, produciendo y a su vez con una amplia red de establecimientos de venta. En cambio, las estaciones más pequeñas, compran en reducidas cantidades, enfocándose primordialmente en el precio del carburante. Por otro lado, se especula que, las mismas estaciones grandes han aumentado sus precios mucho antes de la llegada del descuento el 1 de abril. Aunque cabe destacar que han negado los hechos de la subida de precios y que se ha seguido elevando aún más en las últimas semanas con más frecuencia.
Por consiguiente, unas 150 gasolineras pequeñas han optado por mantener sus puertas cerradas justo antes de la Semana Santa, debido a dudas que les han surgido acerca del funcionamiento del descuento de 20 céntimos. En base a los altos precios que se han disparado durante el último mes en el país. Fuentes de la Agrupación española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles (AEVECAR) están considerando la posibilidad de realizar un paro patronal en contra de esta situación que está afectando a cada uno de los ciudadanos.
