El fiscal y la abogada de la defensa ponen en duda la versión de la víctima
El pasado martes 6 de abril comenzó, en la Audiencia Provincial de Barcelona, el juicio de la “manada” de Sabadell. Los nueve hombres, de entre 25 y 30 años, fueron acusados de agresión y abuso sexual múltiple a una joven que, en 2019, tenía 18 años de edad.
Los hechos acontecieron cuando la joven abandonaba un local de ocio en el centro de la ciudad. Tras esto, fue importunada por un desconocido. El sujeto la sorprendió por la espalda, la agarró por el cuello y, mostrando una actitud amenazante, la arrastró hacia una nave abandonada de las cercanías. Una vez dentro, la joven relata cómo el hombre que la trajo hasta el lugar afirmó que la violaría. Fue agredida sexualmente hasta en tres ocasiones por cuatro individuos distintos. Tras la pesadilla vivida, uno de los hombres “liberó” a la chica en las proximidades y esta se dirigió a buscar ayuda.
Semanas más tarde, la Audiencia citó a la joven para ampliar el testimonio aportado tras la agresión sexual. En esta ocasión no pudo acudir a la cita, presa del miedo provocado por el trauma vivido, además de declarar que uno de sus agresores la seguía por la localidad. Se realizaron hasta nueve detenciones entre las que se encuentra la de Mohamed A., presunto autor material de los hechos. El acusado entró en prisión preventiva y se encontraba a la espera del juicio, además de otros tres individuos que fueron citados como cómplices cooperativos.
Sobre el juicio
La primera sesión del juicio se celebró el pasado martes y estuvo condicionada por el polémico interrogatorio del fiscal. Tras el relato de los hechos por parte de la víctima, y después de interrumpirla constantemente, el fiscal comenzaba un interrogatorio directo y con preguntas que comprometían la veracidad de los acontecimientos narrados por la joven. Se puso en duda si realmente fue un asalto con violencia, si reconocía a alguno de los detenidos o cómo era posible que reconociese una discusión entre los agresores si no estaba familiarizada con el idioma utilizado.
El representante del Ministerio Público también manifestaba sus dudas acerca de la veracidad del discurso al encontrar distintas incongruencias y ausencia de recuerdos, como por ejemplo, si el agresor había eyaculado dentro de ella. La afectada, con la voz temblorosa por las lágrimas, recalcaba su postura alegando que las cuestiones a las que estaba siendo sometida ya habían sido explicadas.
La abogada del principal acusado también interfirió bajo la premisa de si las relaciones habían sido consentidas. Añade que, en caso de no serlo, por qué no chilló o mostró otro tipo de resistencia. La joven respondió que durante esos momentos sentía miedo: “no sabía si me iban a matar”. El tribunal intervino para contener la arremetida de la letrada porque sus preguntas carecían de valor para el proceso judicial.
Visto para sentencia
El caso quedó visto para sentencia. Los nueve sospechosos señalados por la Fiscalía se enfrentan al pago de una indemnización de 60.000 euros a la víctima en compensación por daños físicos, morales y psicológicos. Por otra parte, el fiscal demanda una orden de alejamiento que asegure la distancia mínima de un kilómetro entre los presuntos agresores y la víctima. Además, los acusados por agresión sexual múltiple no tienen permiso de residencia en el país y permanecieron en él de manera irregular. Desde el Ministerio Público se propone la conmutación de parte de la condena por la expulsión del país. Esta condonación solamente se llevará a cabo en el supuesto de que los presuntos agresores sean condenados a pena de prisión, la cual oscila entre 37 y 41 años.