Cerveza y deporte son dos cosas que van de la mano. Especialmente en el rugby, donde el tercer tiempo juega un papel de confraternización entre los equipos. Se trata de un momento post partido en el que los rivales comparten bebidas –mayoritariamente cerveza- mientras liman asperezas que hayan surgido durante el juego.
Consciente de ello, Juan Benet, abogado y jugador de rugby, ha aprovechado este este concepto para producir su propia cerveza artesanal y promocionarla en el tercer tiempo, donde encuentra un “hueco natural e institucionalizado”. Así, nace ‘Cervezas Ovalada’ una organización constituida por y para el deporte, en la que más de la mitad de los beneficios se destinan a proyectos sociales.
El rugby, y los deportes minoritarios en general, tienen grandes necesidades económicas ya que no disponen de ayudas subvencionadas. Es por ello que este proyecto supone una gran vía de financiación para los equipos –CAU València y Rugby Club València entre otros-. La empresa ayuda a los equipos en lo que necesiten al mismo tiempo que “despierta el interés por este deporte en su labor de visibilización”.
La idea surgió entre viejos amigos, Juan Benet se pone sentimental al hablar del tema: “Llevamos muchos años en el mundo del rugby, nos conocimos de jóvenes pero fuimos perdiendo el contacto. Un día llevando a la piscina a nuestros hijos, nos volvimos a reencontrar Antonio Miranda (su socio) y yo. Empezamos a hablar del rugby y de la falta de fondos que tienen muchos clubes. Los dos seguimos entrenando a los chavales, por lo que estamos muy implicados”. Poco a poco el proyecto fue cogiendo forma y ha tenido una gran acogida en el “mundillo”.
“La cerveza es un instrumento para que el club obtenga beneficios” declara Juan Benet, de manera que ellos les ofrecen a los equipos un palé de producción -entre unas 120 y 150 cajas- para que las distribuyan, y los beneficios obtenidos van directamente al club. Además, la sociedad destina un 50% de su beneficio bruto a los proyectos sociales de estos equipos. Por lo que obtienen “un margen interesante” para su financiación. El proyecto nace en el rugby, pero se expande a otros deportes minoritarios como el atletismo, el triatlón o el béisbol.
De entre los proyectos que Cervezas Ovalada ha llevado a cabo, Benet nos cuenta dos “muy bonitos” y de gran significado para él. Por una parte, la campaña “Una bici para que vengas a entrenar” que llevaron a cabo junto al Tatami Rugby Club, que consistió en proveer al club de materiales –bicicletas- en su sección integradora de chicos refugiados. Traspasando fronteras, la sociedad también financió al equipo ‘Los Quijotes’ (Toledo) con un viaje a Irlanda para participar en un torneo de rugby inclusivo, el pasado 10 de enero.
Todo esto en solo año y medio desde que empezaron el proyecto solidario. Ahora se encuentran parados debido a la epidemia mundial, pero la cerveza artesanal es un mercado en auge. Debido al boom de los productos ecológicos y a la creciente concienciación medioambiental, la demanda ha aumentado considerablemente. Por ello, continúan mandando cajas a domicilio, y no descartan que los beneficios de estos meses vayan destinados a compra de material sanitario.