El grupo parlamentario Vox, el pasado 11 de marzo, apremió a sus seguidores mediante sus redes sociales a desinstalar y cesar el uso de WhatsApp y comenzar a utilizar Telegram para “encontrar todo tipo de canales que defienden a España sin censura”.
La publicación del partido dirigido por Santiago Abascal estuvo motivada por la nueva política de WhatsApp, que reside en la limitación del número de personas a las que reenviar un mensaje con el objetivo de moderar la propagación de bulos y evitar la desinformación que ha generado la crisis sanitaria del COVID-19.
Esto generó una campaña que pretendía señalar al Gobierno de coalición como posible artífice de la modificación de la política de reenvío de mensaje de WhatsApp, propiedad de Facebook desde 2014. En el caso de España, la empresa americana cuenta con páginas de verificación como Newtral y Maldita, quienes forman parte del International Fatcheking Network (IFCN); una institución cuyo cometido consiste en verificar el contenido difundido en multitud de medios de comunicación.
Así Facebook reúne a más de 100 verificadores de contenido en 45 países, cuyo objetivo es contrastar las noticias falsas sobre la pandemia mundial que circulan por la aplicación a partir de una notificación previa de los propios usuarios. Por tanto, WhatsApp no filtra mensajes que hayan sido previamente denunciados.
Así organizan su actividad los partidos políticos españoles
La respuesta de los seguidores de Vox ha sido masiva. En apenas 48 horas logró doblar los inscritos a su canal de Telegram, rozando las 48.000 personas, hecho que le coloca como el partido español con más adeptos en esta red social. La aplicación lleva más de seis años implantada en España y, solo han bastado unos días, para que esta app rusa de mensajería se haya posicionado entre las cinco aplicaciones más populares de Google Play Store y Apple Store.