Moción de censura en Murcia, elecciones anticipadas en Madrid y cambios en el gobierno central
La agitación del panorama político comenzó el 10 de marzo cuando PSOE y Ciudadanos presentaron una doble moción de censura, tanto en la Región de Murcia como en el Ayuntamiento de la capital de la Región. Ciudadanos, que compartía ambos gobiernos con el PP, alegó que las mociones se debían a los casos de corrupción del Partido Popular.
Ante esta noticia, y a pesar de que Ciudadanos aclaró que la ruptura solo se iba a producir en Murcia, se empezaron a poner en duda los otros gobiernos que la formación naranja compartía con el PP. A eso de las 12 del mediodía, Isabel Díaz Ayuso declaró unilateralmente unos nuevos comicios para evitar que se registrase una moción de censura también en la Comunidad madrileña. Poco más tarde, Más Madrid y el PSOE-M comunicaron que habían presentado una moción de censura, por lo que el adelanto electoral quedaría invalidado. Mientras tanto, el PSOE anunció que también había presentado una moción de censura en Castilla y León, aunque tenía muy pocas opciones de prosperar.
Durante esa tarde, se mantuvo la incertidumbre sobre qué prevalecía en Madrid: la convocatoria de elecciones o la moción de censura. Ante esa situación, la mesa de la Asamblea de Madrid decidió admitir a trámite de forma cautelar las mociones hasta que el TSJM se pronunciase.
El 12 de marzo, dos días después de que se presentase la moción de censura en la Región de Murcia, tres de los seis diputados de Ciudadanos anunciaron que no votarían a favor de esta, ya que habían negociado constituir un nuevo gobierno con el PP. La candidata de la moción, Ana Martínez Vidal, acusó al PP de haber comprado a sus excompañeros y a estos de ser tránsfugas, ya que dos días antes habían firmado el acuerdo para la moción de censura. Ante este cambio en el tablero político, la moción de la región solo podía salir adelante si los exmiembros de Vox votaban a favor.
En la Comunidad de Madrid, el 14 de marzo, el TSJM desestimó los recursos para la suspensión de la convocatoria electoral, por lo que no se tramitaron las mociones de censura. Finalmente, se eligió el 4 de mayo como la fecha para la celebración de elecciones.
El día después del anuncio de los comicios, Pablo Iglesias, hasta entonces vicepresidente segundo del Gobierno de España, sorprendió presentándose como candidato por Podemos. Lo que comenzó como una moción de censura en Murcia, ya había provocado cambios en los gobiernos incluso a nivel nacional. Además, Toni Cantó presentó su dimisión como portavoz de Ciudadanos en las Cortes Valencianas. Unos días más tarde, se conocería que formaría parte de la lista de Díaz Ayuso.
El 18 de marzo se produjo la votación de la moción en la Región de Murcia, que no salió adelante. También se conoció un pacto entre PP, los exmiembros de Vox y los tránsfugas para conformar un nuevo gobierno. Unos días más tarde, sí prosperó la moción de censura presentada en el Ayuntamiento murciano con los votos del PSOE, Ciudadanos y Podemos.
El 30 de marzo se anunció que sería Ione Belarra la nueva ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030. Nadia Calviño pasó a ser la vicepresidenta segunda y Yolanda Díaz se convirtió en la vicepresidenta tercera y la nueva líder de Unidas Podemos en el gobierno.
El 11 de abril, el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 5 de Madrid excluyó de la lista del PP para las elecciones a Toni Cantó y a Agustín Conde (exalcalde popular de Toledo) porque no estaban censados en Madrid a día 1 de enero.